Esta es la vida que no quiero vivir.
Por: Dalila González.
Ha pasado el tiempo y cada instante se convierte en un
conocimiento nuevo, en la construcción de un concepto y la ruptura de los
seudoconceptos. El conocimiento es divergente y rompe las sombras de la
ignorancia, es de forma poética la luz de la humanidad.
El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan.
(Arturo Graf). Esta frase es una reflexión hacia la necesidad de adquirir
cada vez más conocimiento y el que lo posee llega hacer grandes
revoluciones solo con la palabra. Esta idea debe llenar a la humanidad de una
rebeldía con causa justificada a volver a ver la palabra como el vínculo
perfecto de la humanidad, como lo dice el proverbio “… de ella mana la vida y
la muerte”.
Y quien más que el docente como ser reflexivo debe manejar la
palabra no solo como la producción de dinero o su existencia laborar sino
como la riqueza de la multiculturalidad, es la existencia del mismo ser, de
forma espiritual no se puede omitir que es la palabra, la que utiliza Dios para
crear todo el universo. Y con esta afirmación se puede
hondar en la imaginación, la fantasía, la creatividad y de alguna forma el
tema a tratar la oralidad y su tradición que por años ha estado viva, pero con
el proceso de conquista y globalización pareciera que siempre esta al borde de
la extinción como indefensa. Tal vez sostenida por pocos hombros, guerreros
incansables pero que con el tiempo también están sujetos a la desaparición sin
mentores, sin que nadie recoja sus huellas. Docentes que enseñan tradición oral
desesperanzados como requisitos de sus obligaciones,¡ poco soporte para lo que
necesita la palabra!.
No es digno de la educación que pierda la capacidad de
sorprenderse, de utilizar el error para frustrar a sus adeptos, para olvidar a
las comunidades y las etnias. No es justificable que las raíces se destruyan
por el olvido y que las viejas brujas se vallan de sus territorios, llorando la
perdida de sus clientes que ya no compran la sal para espantarlas sino
computadores para difamar de sus rostros y poderes. ¿Cuando nació el dios del
reciclaje?, ¿Cuál es ese mito teológico?, se tendrán que acostumbrar las nuevas
generaciones solo a escuchar teorías y matar su alma con su propia arma. ¡Su
palabra! Es aterrorizante pensar que de la educación desaparezca la
historia y las directrices de algún pueblo errante que consiguió sostener hasta
ahora la humanidad.
A lo mejor Estanislao Zuleta ya había presentido
toda esta reflexión y se atrevió a decir:
La educación tal como existe en la actualidad reprime
el pensamiento, y transmite datos, conocimientos, saberes y resultados que
otros pensaron, pero no enseña ni permite pensar. El estudiante respeta al
maestro y a la institución educativa a partir de la intimidación. En la
escuela se establece una relación autoritaria entre ‘el que sabe’ y
‘el que no sabe’, autoritarismo que se ejerce no solo en el ámbito del saber
sino también de lo político, lo religioso y lo ideológico."
Si este escrito viaja a algún lado que quede establecido:
¡ esta es la vida, que no quiero vivir!.
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